¿Qué tratamientos de protección requieren los distintos tipos de pavimentos?

Los pavimentos continuos de hormigón, de forma general, requieren de un sistema de protección en su superficie para así evitar daños y garantizar su vida útil en perfecto estado de servicio.

En este sentido, se puede distinguir entre dos sistemas para aportar esta protección:

  • Aplicación de un tratamiento superficial al hormigón
  • Colocación y aplicación de productos protectores (recubrimientos)

Tratamientos protectores superficiales aplicados al propio hormigón

Al pavimento, ya ejecutado, de hormigón o mortero, se le aplica un tratamiento directo con medios mecánicos, (mediante maquinaria especializada) o químicos (con productos específicos).

Puede darse el caso que, tras realizar un tratamiento superficial, se coloquen recubrimientos finales, pues para lograr las prestaciones requeridas a veces resulta necesaria una combinación de ambas técnicas.

En cualquier caso, cabe señalar que, además de proporcionar una protección al hormigón, creando revestimien­tos continuos, y de aumentar la resistencia del hormigón, la capa protectora superficial de un pavimento de hormigón debe ser fácilmente limpiable, segura y duradera y debe crear una atmósfera agradable a la vista.

La duración de los tratamientos de protección aplicados a los pavimentos continuos de hormigón dependerá del tipo y de la naturaleza de estos, habiendo una gran variación temporal de unos a otros.

Para determinar dicha duración, será imprescindible, siempre remitirse al proyecto del pavimento y a las espe­cificaciones del suministrador de los productos empleados. No obstante, de forma general, puede decirse que tendrán una mayor duración aquellos tratamientos aplicados directamente sobre el hormigón, tipo pulido o den­sificado, en cuanto a los productos protectores, generalmente serán más duraderos recubrimientos y actuaciones de mayor envergadura que pinturas.

En cualquier caso, es muy importante resaltar que, para que el pavimento siga protegido y pueda garantizarse su vida útil y unas condiciones óptimas en servicio es absolutamente imprescindible tener un protocolo de mante­nimiento adecuado al uso del pavimento

Todo pavimento debe ser protegido antes de su puesta en servicio para garantizar la vida útil y las características proyectadas de pavimento.

Todo tratamiento de protección tiene su ciclo de vida útil menor que la del pavimento, pero, como se ha dicho anteriormente, para garantizar la vida del pavimento y sus características objetivas es imprescindible, en todo momento, contar con sistemas de protección eficaces y permanentes que aumenten la durabilidad del pavimento a lo largo del tiempo.

Por ello, como parte del mantenimiento del pavimento, habrá que tener presente cada cuánto tiempo deben reponerse los tratamientos de protección, lo cual, tal y como se ha indicado en el apartado 10.2, vendrá deter­minado en el proyecto y/o en las especificaciones de los productos empleados.

 

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