Fase 3: Vigilancia activa en todas las diferentes fases y etapas constructivas

En esta fase se deben diferenciar los diferentes tipos de vigilancia a realizar, documentar y analizar durante toda la fase constructiva:
Vigilancia documental
Esta vigilancia recaba, de los diferentes suministradores de materias primas o productos terminados, los documentos de identificación del producto exigidos por la normativa de obligado cumplimiento:
- Los documentos de origen, hoja de suministro y etiquetado.
- Los documentos de conformidad o autorizaciones administrativas exigidas reglamentariamente, incluida la documentación correspondiente al marcado CE de los productos de construcción, cuando sea pertinente, de acuerdo con las disposiciones que sean transposición de las Directivas Europeas que afecten a los productos suministrados.
Vigilancia del suministro del hormigón
Se deben establecer tres pasos diferentes de control del suministro de hormigón, que son fundamentales para obtener resultados exitosos. Para ello, se cuenta con un marco normativo europeo al respecto, el Reglamento (UE) nº305/2011 9 de marzo del 2011 en el que se estableció las condiciones armonizadas para la comercialización de productos de construcción implantando el Marcado CE correspondiente para estos, entre los cuales se encuentra el hormigón.
Referente a la producción de hormigón
En el artículo 51 del Capítulo 11 del Código Estructural y en el capítulo 9 de la norma UNE EN-206-1 se detallan como debe realizarse la fabricación y suministro del hormigón.
El 22 de marzo del 2021 se publicó el Real Decreto 163/19, aprobando la Instrucción Técnica para la realización del control de producción de los hormigones fabricados en centrales de producción de hormigón.
Debe entenderse que el proceso de realizar un pavimento de hormigón de “altas prestaciones” se asemeja a la producción de un prefabricado de máxima exigencia. La diferencia sustancial es que el pavimento se realiza “in situ” sin posibilidad de error alguno y se debe procurar, para ello, realizar una correcta producción en todas sus fases, con los recursos y conocimiento siempre a disposición, determinando un control férreo y disciplinado; haciendo así que la elaboración del hormigón se ajuste a su estricto diseño y no existan, en la medida de lo posible, desviaciones atípicas o falta de homogeneidad que afectará a la calidad del pavimento final.
Los factores clave a tener en cuenta para disponer de una correcta producción de un hormigón para pavimentos son las siguientes y deben ser hitos de contraste con el hormigón fabricado que se corresponda con el diseñado y caracterizado previamente en los ensayos realizados en laboratorio.
Todos estos puntos deben ser informados, comentados, compartidos, aceptados e implementados con la planta de hormigón que realice el suministro, asegurando así que se llevan a cabo con disciplina y que todo el personal estará implicado en llevarlos a cabo como política de mejora continua conjunta.
Referente a la entrega y recepción del hormigón
En el artículo 51 del capítulo 11 Código Estructural y en los capítulos 7 y 8 de la norma UNE-EN 206:2013+A2:2021, se detallan como debe realizarse un correcto suministro, recepción y aceptación del hormigón en obra.
Entendiendo las singularidades de los pavimentos continuos como unidad singular constructiva se debe prestar especial atención a una correcta recepción de los hormigones, realizando una inspección efectiva y un control total de la producción de ese hormigón en obra; siendo fundamental disponer de una trazabilidad absoluta de lo que transcurra en la obra durante los días de suministro.
Referente a la vigilancia de la calidad y evolución del suministro del hormigón
En el artículo 51 del capítulo 11 Código Estructural y en los capítulos 8, 9 y 10 de la norma UNE-EN 206:2013+A2:2021, se detallan como debe realizarse una correcta supervisión y vigilancia de la calidad y trazabilidad del hormigón suministrado.
La supervisión parte de un correcto diseño del hormigón que defina las propiedades objetivas con las debidas tolerancias, que serán los rangos de “no conformidad” tanto para el hormigón fresco como para el hormigón endurecido ya parte del pavimento.
Una vez definidas las propiedades y las tolerancias, se debe disponer de un sistema de control (a poder ser digital y en línea, para que sea actualizable y consultable las 24 horas) que ayude a registrar todo el proceso de suministro (en las salidas de la central de hormigón y/o llegadas a la obra), así como los diversos controles de la evolución del hormigón desde que pase de fase fresca a endurecida y llegue a su última fase de puesta en servicio.
Este sistema de control de vigilancia en toda la secuencia productiva debe implicar a todos los agentes participantes (Dirección de Obra, planta de hormigón, equipo de producción, laboratorios y/o personal de control) para, entre todos, lograr un suministro acorde al diseño objetivo, a las normativas vigentes y a las expectativas marcadas previamente.
También se debe definir con claridad los roles de cada vigilante, así como concretar y cuantificar el alcance del control de los ensayos a realizar por laboratorios oficiales contrastados que garanticen un espectro de datos correctos para evaluar la calidad y línea de tendencia del suministro de hormigón.
Vigilancia del acero
Debe realizarse la vigilancia de todo el acero del armado que se reciba en obra, el cual debe poseer un distintivo de calidad con reconocimiento oficial en vigor; se debe confirmar que no sufren procesos ni de soldadura, ni de enderezado.
Este proceso de vigilancia debe realizarse conforme al artículo 59 (Control de las armaduras pasivas) del Código Estructural.
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