Fase 1: Control de la calidad del proyecto

Construir un pavimento continuo de hormigón es sin duda alguna un proceso industrial que debe responder a unos estándares medios de calidad en toda su producción.

Para ello, previamente, se debe disponer de un sistema de control que genere una trazabilidad absoluta de lo que transcurra en la obra durante todo el proceso constructivo, asegurando así una mejora continua y un control de las desviaciones o no conformidades que surjan, con aportes efectivos e inmediatos de acciones correctivas o preventivas que las subsanen o eviten.

Este proceso, que se realiza en muchos casos en las propias instalaciones del cliente final, es sin duda alguna un ejemplo de construcción industrializada 4.0 al estilo de las industrias de hormigón prefabricado, utilizando para ello combinación de: conocimientos científicos, altas tecnologías, técnicas avanzadas, metodologías de vanguar­dia y procesos constructivos que requieren de controles de calidad exhaustivos y férreos.

Este control de la calidad en una obra de un pavimento, debe ser un proceso de supervisión completo en todas las etapas de diseño, preparación, construcción, entrega y evaluación posterior.

De hecho, es tan importante este punto que existen empresas especializadas precisamente en el control de calidad y tra­zabilidad de las obras de pavimentos continuos de hormigón. Éstas pueden ser contratadas tanto por el cliente final, para obtener una garantía extra, como por la propia empresa ejecutora del pavimento, delegando así una parte del trabajo.

En cualquier caso, este control de calidad puede definirse como “control de vigilancia de la calidad y trazabili­dad” e incluirá los siguientes puntos clave:

  • Debe ser una vigilancia activa continua en la cual participarán varios profesionales, en diferentes roles, denominados “vigilantes”.
  • Tiene como objetivo básico asegurar que durante el proceso constructivo se cumplan con todas las especifica­ciones del proyecto de ejecución de la obra y estar en alerta continua para detectar diferentes desviaciones cualitativas y cuantitativas que pudieran afectar a los objetivos, buscando la mejora continua en los procesos.
  • Tiene como objetivo final asegurar unas adecuadas condiciones de calidad y cumplir con la normativa de aplicación vigente.

En esta fase deben evaluarse todos los puntos y/o unidades del proyecto, supervisando y evaluando cada uno de los siguientes puntos:

  • Si las prescripciones se corresponden con las características objetivas de la obra.
  • Si los productos y sistemas a utilizar, son los adecuados para los procesos constructivos y los estándares de calidad que deberán realizarse.
  • Si están definidos para las condiciones ambientales, del entorno y de la aplicación que habrá en la obra en el momento de su ejecución.
  • Si hubiera que realizar modificaciones en busca de solucionar imprevistos por exigencias y dificultades diferentes a las previstas en el momento de construcción del pavimento que obligaran a cambios en el mismo motivados por causas de fuerza mayor (técnicas, logísticas, en menor medida económicas u otras…). Estos cambios deben realizarse con aceptación conjunta

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