¿Qué requisitos debe cumplir el hormigón fresco?

Existen ocho elementos básicos, los cuales se describen en la siguiente tabla, para obtener un buen hormigón fresco que hacen, entre ellos, una relación única e indivisible, haciendo que esa masa fresca pase a ser, una vez endurecida, un conglomerado de “altas prestaciones” como pavimento.

Docilidad-Fluidez-Consistencia y su evolución

La docilidad del hormigón habrá de ser la necesaria para que, con los métodos previstos de puesta en obra y compactación, el hormigón rodee las armaduras con continuidad, con los recubrimientos exigibles, y rellene completamente los encofrados sin que se produzcan coqueras.

En este sentido, el Código Estructural exige, salvo justificación en contra, que los hormigones para obras de edificación o de obra civil con elementos muy armados sea fluida.

En general, la docilidad del hormigón se valorará determinando su consistencia por medio del ensayo de asentamiento, según la norma UNE-EN 12350-2:2020 (Ensayos de hormigón fresco. Parte 2: Ensayo de asentamiento), excepto para los hormigones autocompactantes, según el artículo 33.5 Código Estructural.

Viscosidad

Es la propiedad física que evalúa las colisiones de las partículas de la pasta de mortero cuando se mueven a diferentes velocidades, provocando una resistencia a su movimiento. Se mide con un viscosímetro/reómetro en cPs o Pa.

Esta característica se define en el Código Estructural para hormigones autocompactantes (Tabla 33.6.b Clases de viscosidad AC-V), pero para hormigones dedicados a pavimentos que requieren módulos de viscosidad medios o bajos no se contempla. No obstante, desde AEPC se considera que tiene una significada importancia.

Cohesividad

Es la capacidad de fuerza de atracción entre partículas de la pasta de mortero. La cohesión mantiene juntas a las partículas de esa suspensión. Se viscosímetro/reómetro en cPs o Pa.

Cabe mencionar que es una característica que no viene especificada en el Código Estructural.

Tensión superficial

Se define como la propiedad que tiene la masa gelificada para resistir la fuerza de la gravedad; y es clave para determinar la compatibilidad en la intersección de la capa de rodadura con el hormigón. Es consecuencia de las fuerzas cohesivas (cohesividad) entre las propias partículas de la suspensión de la pasta de mortero.

Debido a la tensión superficial se forma una película de superficie que hace más difícil incorporar un elemento externo ajeno, como es una capa de rodadura, o cualquier endurecedor para generar superficies monolíticas.

Temperatura y su evolución

Medir la evolución de la temperatura interna y externa de la pasta de mortero durante el tiempo que sea necesario dará pistas de la cristalización interna y la madurez que se va formando, permitiendo además evaluar riesgos por altas o bajas temperaturas.

Velocidad de fraguado

Evaluar la velocidad de fraguado permitirá conocer las ventanas de tiempo de las que se dispondrán en la producción en obra. Una vez conocidas, si es posible, se adecuará el diseño del hormigón teniendo en cuenta las mismas.

Cambio de volumen

Evaluar el cambio de volumen que pueda haber (expansión-retracción) permitirá diseñar hormigones más estables, con menor tensión, y compensar la misma con la química, así como realizar ajustes en el diseño o sistemas adecuados.

Aire ocluido

Se denomina aire ocluido a las burbujas de aire microscópicas, generalmente esféricas de en torno a 0,3 mm, que se incorporan al hormigón de forma controlada para mejorar las prestaciones del mismo. En estado fresco, las burbujas de aire (<3-4% del total de la masa) actúan como lubricante y hacen la mezcla más manejable. Una vez endurecido el hormigón, las burbujas de aire permiten oscilaciones térmicas en el hormigón sin perjudicar su durabilidad.

Si se disponen en la masa de niveles >4% se corre el riesgo de tener acabados irregulares, llenos de coqueras, además de poder también perjudicar la resistencia final. Además, esto podría generar problemas en la intersección de la capa de rodadura con el propio hormigón.

No obstante, existe una excepción a lo anterior y son los hormigones con clases de exposición XF2 y XF4, en cuyo caso el contenido mínimo de aire ocluido ha de ser del 4,5%.

 

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