¿Cómo debe realizarse la supervisión, vigilancia y trazabilidad de un hormigón para pavimento?
En el Artículo 51, del capítulo 11, del Código Estructural del y en el capítulo 8, capítulo 9 y capítulo 10 de la norma UNE-EN 206:2013+A1:2018 (Hormigón. Especificaciones, prestaciones, producción y conformidad), se detallan como debe ser una correcta supervisión y vigilancia de la calidad y trazabilidad del hormigón suministrado.
Construir un pavimento continuo de hormigón un proceso industrial que debe responder a unos estándares medios de calidad en toda su producción.
Para ello, previamente, se debe disponer de un sistema de control que genere una trazabilidad absoluta de lo que transcurra en la obra durante los días de suministro y asegure una mejora continua y control inmediato de desviaciones, con aporte de acciones correctivas o preventivas inmediatas que las subsanen o eviten.
La supervisión parte de un correcto diseño del hormigón que defina las propiedades objetivas con las debidas tolerancias que serán los rangos de “No Conformidad”, tanto para el hormigón fresco como para el hormigón endurecido, ya parte del pavimento.
Una vez definidas las propiedades y las tolerancias, se debe disponer de un sistema de control que ayude a registrar todo el proceso de suministro, así como los controles de la evolución del hormigón desde que pase de fase fresca a endurecida con su última fase de puesta en servicio.
Este sistema de control de vigilancia en toda la secuencia productiva debe implicar a todos los agentes participantes: Dirección de Obra, planta de hormigón, equipo de producción, laboratorios y/o personal de control; para, entre todos, lograr un suministro acorde al diseño objetivo, a las normativas vigentes y a las expectativas marcadas previamente. Asimismo, se deben definir con claridad los roles de cada vigilante.
Se puede acompañar esta vigilancia de varios sistemas de medida monitorizados de manera automática.
Toda esta información generará una ingente cantidad de datos que, encadenados y entrelazados, deben aportar un análisis certero de la evolución durante todo el suministro.
En este sentido, se aconseja diseñar un cuadro de mandos que facilite un análisis para, no solo monitorizar todos los parámetros de la vigilancia, sino disponer de una imagen real de lo que ocurre dentro y fuera de la misma.
Con esta herramienta se conocerá cuál es la tendencia de la calidad del hormigón, su evolución y, por añadidura, en gran parte, la del futuro pavimento; ofreciendo las siguientes ventajas:
- Muestra una visión global de todo el suministro
- Facilita el proceso de ajustes para prevenir o corregir desviaciones en el suministro
- Ofrece información técnica objetiva y concisa
- Implica a todo el equipo de vigilancia y mejora la comunicación entre los mismos
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