¿Se pueden emplear los pavimentos continuos como refuerzo de otros pavimentos?

Definitivamente sí. Los pavimentos continuos se pueden emplear para reforzar otros pavimentos ya existentes.

De hecho, son una muy buena opción para tal fin. Los pavimentos continuos empleados como refuerzo permiten:

  • Aumentar la capacidad portante del firme.
  • Mejorar la calidad de la superficie del pavimento.
  • Reducir el mantenimiento de los pavimentos existentes.
  • Utilizar un sistema de refuerzo de fácil y rápida instalación y con muy buenos resultados.

¿En qué consiste la rehabilitación de pavimentos mediante capas de refuerzo de hormigón?

Una gran ventaja de los pavimentos continuos de hormigón es poder emplearlos como capas de refuerzo para pavimentos existentes que presentan diferentes patologías.

La solución de refuerzo se adopta cuando es necesario incrementar la capacidad estructural del pavimento o cuando se precisa rehabilitar un suelo con deterioros generalizados.
En cualquier caso, antes de proceder con la ejecución del refuerzo del pavimento, se deberán corregir todos aquellos fallos estructurales que estén presentes, a fin de evitar que vuelvan a reproducirse.

Para asegurar que las capas de refuerzo de hormigón provean soluciones de mantenimiento y rehabilitación durables, se deben seguir buenas prácticas de diseño y construcción.

Esto implica diseñar el refuerzo más apropiado para cada situación, realizar reparaciones previas, preparar el pavimento existente de manera apropiada y utilizar buenas prácticas de construcción, tales como la construcción de juntas y el curado adecuados.

Los refuerzos pueden clasificarse en función de su espesor en gruesos y delgados, y en función de su adherencia con el pavimento existente en adheridos y no adheridos.

Los refuerzos adheridos son aquellos en que los que se procura realizar una unión lo más perfecta posible entre el refuerzo y el pavimento existente, de manera que actúen monolíticamente. Este tipo de refuerzos pueden emplearse únicamente si el pavimento existente se encuentra en buen estado y lo que se persigue es aumentar su capacidad estructural o mejorar sus características superficiales.

Los refuerzos no adheridos, por el contrario, tratan de evitar cualquier tipo de unión entre ambas capas, utilizándose fundamentalmente en el refuerzo de pavimentos con un nivel de deterioro muy elevado. Para impedir la adherencia suele utilizarse una capa de separación que impide que se produzca una propagación de las grietas del pavimento existente al refuerzo.

 

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