¿Cuáles son las características principales de los pavimentos continuos?

Las características de un pavimento continuo dependerán en gran medida del sistema elegido y de los acabados que se empleen para conformarlos.

Existe una gama muy extensa de pavimentos continuos, tanto cementosos como poliméricos, que permiten ajustarse a las necesidades y solicitaciones que le exija cada tipo de industria o actividad.

La diferencia básica con respecto otro tipo de pavimentos es su continuidad, lo que proporciona unas enormes ventajas, tanto a nivel funcional como de mantenimiento.

Y es precisamente de dicha característica definitoria de este tipo de suelos de la que derivan sus características principales:

  • Minimización de juntas: En los pavimentos continuos se reduce la existencia de juntas al mínimo, requiriéndose tan sólo ejecutar las estructurales.
    Esta reducción de juntas es una gran ventaja, pues dichas juntas son zonas de acumulación de suciedad y que requieren un mantenimiento específico.
  • Fácil mantenimiento: Las juntas son puntos de continuo deterioro y en las mismas se centran una gran parte de los fallos y tareas de mantenimiento, por lo que el reducir juntas supone reducir tareas de mantenimiento y aumentar productividad.
    Al no disponer de juntas, el mantenimiento del pavimento se hace muchos más sencillo que en otros tipos de suelos, lo cual deriva, además, en menores costes económicos asociados a dicho
    mantenimiento.

Otras prestaciones en función del tipo de solución son:

  • Fácil limpieza: Al no disponer de juntas, la limpieza resulta también mucho más sencilla y efectiva puesto que es precisamente en las juntas donde se acumula la mayoría de suciedad (bacterias, hongos y polvo).
    Por tanto, en este tipo de suelos, generalmente, resulta suficiente con realizar limpiezas superficiales.
  • Estéticos: Los pavimentos continuos se pueden realizar en diferentes colores para adaptarse a los requisitos estéticos del cliente, así como para permitir la identificación de zonas con diferentes usos en el sector industrial o en aparcamientos, por ejemplo.
  • Gran resistencia mecánica: Este tipo de pavimentos son capaces de resistir grandes solicitaciones, siempre y cuando estén proyectados y ejecutados correctamente.
  • Gran resistencia a la abrasión: Los pavimentos continuos son superficies que aguantan muy bien el desgaste superficial y las rozaduras.
  • Alta durabilidad: Este tipo de pavimentos tienen, por lo general, una mayor vida útil que otro tipo de suelos.
  • Buena resistencia al fuego: Siempre y cuando el pavimento cuente con sus certificaciones correspondientes, se tienen suelos incombustibles, que no incrementan la carga de fuego, que no desprenden sustancias tóxicas para las personas, ni nocivas para el medio ambiente y que permite el acceso de los equipos de rescate y extinción.
  • Poco deslizantes: Generalmente, aunque dependerá de los materiales elegidos y de los acabados, los pavimentos continuos suelen ser poco deslizantes. Aun así, si resulta necesario, existe la posibilidad de instalar pavimentos continuos antideslizantes.
  • Impermeables: Normalmente, aunque dependerá de los materiales elegidos para componer el pavimento, suelen ser suelos impermeables.
  •  Muy versátiles: Los pavimentos continuos pueden presentar distintas texturas, colores, etc., permitiendo adaptarse muy bien a las necesidades y requisitos de uso particulares de cada cliente.

 

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