¿Cómo se lleva a cabo la pigmentación de los pavimentos continuos?

Cuando se desea conferir a los pavimentos continuos un color diferente al que de forma natural presentan los materiales que lo constituyen, será imprescindible recurrir a la utilización de pigmentos.
Para los productos cementosos, habrá que utilizar aquellos pigmentos que, añadidos en las dosificaciones necesarias para colorear, no alteran sus propiedades. En Europa, esto está regulado por el marcado CE.
Además, estos pigmentos habrán de ser estables a la alcalinidad del cemento y los áridos, al medio acuoso, tener el tamaño óptimo que les permita anclar en la matriz del cemento fraguado (que no migren), y no alterarse con la radiación solar. Todos estos requisitos los cumplen la mayoría de los pigmentos inorgánicos, siendo los más destacados, los óxidos de hierro (amarillos, rojos y negros), óxidos de cromo verde, azules de cobalto y dióxido de titanio rutilo (blanco).
En cuanto a cómo se ejecuta esta pigmentación de los pavimentos cementosos, se hace principalmente, añadiendo los pigmentos en la elaboración del mortero u hormigón, ya sea seco sobre seco, seco sobre húmedo o húmedo sobre húmedo. A continuación, se mezcla adecuadamente hasta conseguir la completa dispersión de los pigmentos y la homogeneización del preparado.
Por otra parte, en el caso de los pavimentos de resinas, para su pigmentación, se utilizan básicamente los mismos tipos de pigmentos mencionados anteriormente para los pavimentos cementosos.
Normalmente, en estos casos se introducen generalmente ya en el proceso de fabricación del material, donde además es necesaria la adición de aditivos, como dispersantes, para facilitar su incorporación.
¿En qué consiste la industrialización del proceso de ejecución?
Los pavimentos continuos se ejecutan “in situ”, pero cada vez más se está tratando de industrializar todo el proceso asociado dicha ejecución, es la llamada industrialización 4.0.
Para ello es imprescindible la cooperación y la sinergia entre los distintos agentes, desde que se empieza a dosificar el producto hasta que se le entrega el pavimento al cliente.
Gran parte del éxito de la ejecución de un pavimento continuo radica en contar con un buen producto y que éste sea el idóneo para las necesidades concretas de cada caso.
Por ello es imprescindible el trabajo previo a la obra, debiéndose realizar una excelente caracterización de los materiales, contando procesos de producción normalizados, garantizando la trazabilidad absoluta del producto y asegurando controles en planta.
Pero la industrialización del proceso de ejecución de pavimentos continuos no debería quedar aquí.
Mediante la cooperación, comunicación y sinergia conjunta se debería ratificar la trazabilidad en obra y realizar una buena monitorización del producto durante la instalación, así como realizar controles y test posteriores.
De esta forma se garantiza un control total durante toda la producción del pavimento, desde la fabricación del producto hasta su instalación, asegurando así su excelente calidad.
Enlaces
- Contenidos de la Guía sobre pavimentos continuos
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