¿Cómo se ejecutan los pavimentos continuos y las juntas?

El proceso de ejecución de un pavimento continuo dependerá de los materiales que los compongan, así como de si se trata de la ejecución de la base del pavimento, de un revestimiento o de un recubrimiento.

Serán los especialistas en ejecución de pavimentos continuos y los fabricantes de los productos los que deberán determinar el proceso exacto de ejecución, siempre conforme a las especificaciones del proyecto del pavimento, a las características del soporte y a los acabados elegidos.

Para más información, en el capítulo 7, “tipos de acabados de los pavimentos continuos”, se describe de forma muy breve y general el proceso de ejecución de cada tipo de pavimento.

¿Cómo se ejecutan las juntas?

Como ya se ha comentado anteriormente en esta misma guía, los pavimentos continuos presentan algunas juntas, aunque siempre en proporción mínima en comparación con los pavimentos convencionales.

Excepcionalmente existen sistemas poliméricos, en base poliuretano y poliurea, que no requieren ningún tipo de junta de construcción.

Las juntas de estos pavimentos siempre se deben planificar adecuadamente y ejecutar de acuerdo con dicha planificación.

En el caso de pavimentos continuos que ocupen superficies más o menos grandes es inevitable que aparezcan las llamadas juntas de construcción, puesto que no se puede realizar el proceso de ejecución de una sola vez.

Las juntas de construcción dividen el pavimento en áreas ejecutadas en momentos diferentes. Este tipo de juntas son necesarias al final de cada jornada de trabajo y en aquellos casos en los que, por cualquier motivo, haya que parar la ejecución y volver a ella más tarde.

La ubicación de las juntas de construcción siempre debe estar planificada y éstas pueden estar diseñadas para cumplir otras funciones como permitir el movimiento o transferir cargas o mirar que coincidan con las juntas estructurales.

En cuanto a la ejecución de dichas juntas, en hormigones y materiales cementosos, pueden realizarse con caras planas o bien algún tipo de machihembrado (ranura y lengüeta, por ejemplo) para mejorar las condiciones de transferencia de cargas. Además, cabe señalar que este tipo de juntas siempre deben ser rectas, lo cual debe tenerse en cuenta en su planificación.

Después de su ejecución es muy recomendable que las juntas sean selladas, por los beneficios que supone tener un firme impermeabilizado frente a la entrada de agua hacia las capas subyacentes.

Siendo muy recomendable rellenarlas con algún material específico para tal fin, como selladores de poliuretano, silanos modificados o poliureas. Dichos materiales extremadamente flexibles que permiten grandes movimientos en la junta y absorben vibraciones e impactos del pavimento, actuando, así como juntas de movimiento.

Por otra parte, también es habitual que al ejecutar pavimentos continuos se requieran juntas de aislamiento.

Estas juntas separan la solera de elementos fijos de la edificación como muros, pilares, pozos de registro, cimentaciones de máquinas y otros, siendo su misión principal evitar las tensiones que se inducirían como consecuencia de la restricción al movimiento.

 

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