¿Qué particularidades tiene el proceso de acabado de un pavimento continuo de hormigón con fibras?
De forma genral, el proceso de acabado de un hormigón con fibras es muy similiar al de uno sin ellas, tan sólo hay que tener en cuenta algunos puntos particulares. Por lo que se recomienda al lector consultar el “Manual de Diseño, proyecto y planificación de pavimentos – Parte II” continuos, concretamente el apartado 6.11 (¿Cómo se realiza el proceso productivo del pulido de un hormigón fresco?). A continuación, se recoge un resumen de lo más relevante del mismo documentos, así como los puntos específicos a tener en cuenta en el caso de hormigones fibrorefozados (HFR).
El proceso del pulido de un hormigón se define como la evolución de un hormigón fresco hacía una futura losa que será pavimento. Esta evolución es una transmutación completa y compleja, que
comienza en el estado primario gelificado en reposo hacía un conglomerado denso y duro final que tendrá que cumplir con amplias y duras exigencias durante largas décadas de puesta en servicio.
En toda esta transmutación se combinan la física y la química del hormigón junto con factores exógenos, la mecánica de todas las acciones productivas, la destreza del equipo aplicador y el conocimiento de todos los profesionales que participan.
Si a ésta se le añaden elementos externos, como pueden ser las fibras, ello debe tenerse en cuenta a la hora de realizar las fases de pulido para intentar conseguir que las fibras queden mezcladas en la masa del hormigón lo más dispersas posibles y no haya ninguna que migre a la superficie quedando alienada en orientación vertical, lo cual afectaría a la estética o integridad del plano del pavimento.
En todo pavimento que su hormigón lleve incorporadas fibras con una dosificación mayor de 2 kg/m3 deben procurarse las siguientes acciones preventivas para evitar la migración superficial de las mismas:
1. Estudiar bien la tipología, naturaleza, morfología, tamaño, esbeltez y transición vítrea Tg (efecto memoria) de la fibra y conocer si tienen tendencia a migrar a la superficie o quedar alineadas verticalmente.
2. Conocer fehacientemente si el tipo de fibra empleado es sensible a medios alcalinos o a medios con baja dispersión con efecto cizallamiento que las deterioren o incluso destruyan. En estos casos, se desaconseja su uso.
3. Disponer de técnicas de mezclado efectivas en planta, bien incorporando a cintas de transporte de áridosarenas, o sistemas dosificadores similares con cadencia pausada de incorporación y, preferiblemente, amasado por vía húmeda con amasadora de central de hormigonado.
4. Preparar previamente un diseño del hormigón correcto en cuanto a su composición esquelética y su reología, para que las fibras puedan interaccionar con la masa sin conflictos, rechazos o un aumento de la demanda de agua que pueda perjudicar las prestaciones finales del pavimento.
5. Vigilar en las fases de vertido, extendido, vibrado y pulido, de modo que que no haya migraciones a la superficie de las fibras.
6. Si el pavimento de hormigón se va a tratar con una capa de rodadura superficial para pulir, estampar o texturizar la superficie, se debe incorporar dicha capa de rodadura en la etapa inicial mediante espolvoreado en fase fresca, realizando una vigilancia activa del aplanamiento y hundido en la zona superior del pavimento, alrededor de 1 a 2 mm, durante todas las fases de pulido, estampado o texturizado, vigilando y asegurando de que las fibras no vayan migrando a la superficie. Esta capa de rodadura debe generar una sinergia correcta con la pasta de mortero del hormigón capaz de generar suficiente crema para densificar esa parte superficial y tapar o esconder cualquier cúmulo de áridos y fibras. Las características de la capa de rodadura están definidas en el “Manual de Diseño, Proyecto y Planificación de Pavimentos Continuos” de AEPC, concretamente en el apartado 6.11.1 (Fase 1: Incorporación de la capa de rodadura a la superficie del hormigón por espolvoreo). En cualquier caso, siempre debe ser fabricada industrialmente con las condiciones armonizadas establecidas en el Reglamento (UE) nº305/2011 9 de marzo del 2011, como productos comercializados para uso en construcción, así como cumplir con las especificaciones de la norma UNE-EN 13813.
7. Determinar previamente la textura final objetiva del pavimento, teniendo en cuenta que un acabado final de un pavimento con alta planimetría y textura lisa no debe tener ninguna fibra en su superficie. El cliente final debe estar informado de que las fibras que queden en la superficie por el uso, tránsito y torsión pueden afectar a la integridad del pavimento, debiendo ser retiradas o quemadas, lo cual afectará no solo a la estética, sino también a las prestaciones finales del pavimento. No obstante, si la textura es rugosa con técnicas de talochado, semipulido, rayado, barrido o incluso estampados con textura, dependiendo del tipo de fibra y de la acumulación superficial esta puede quedar disimulada quedando el acabado estético final a decisión de la dirección facultativa.
Enlaces
- Contenidos de la Guía sobre pavimentos continuos con fibras
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